San Cristóbal tras la visera. “Señor Dios nuestro, te damos gracias por este carro”.
Después de una pausa de ocho años, la tradicional consagración del automóvil tuvo lugar nuevamente en Adegem, cerca de Maldegem. Esta larga tradición atrajo este año a más de 600 conductores cuyos vehículos fueron bendecidos con la esperanza de protección y seguridad en la carretera. El evento, que comenzó en 1964, se suspendió en 2015 debido a problemas financieros, pero este año fue revivido por un grupo de amigos entusiastas.
La consagración de vehículos es un ritual profundamente arraigado tanto en la iglesia católica romana como en la ortodoxa e incluso dentro de la religión sintoísta en Japón. En la tradición católica, la consagración se asocia a menudo con San Cristóbal, el santo patrón de los viajeros y usuarios de la carretera. Aunque se cuestiona la existencia histórica de Christopher, su veneración sigue siendo fuerte dentro de la comunidad de administradores y viajeros.
El sacerdote, armado con un recipiente lleno de agua consagrada, roció los carros uno por uno. Esta bendición no es sólo un acto espiritual; es también una oración por la seguridad y protección de los conductores y sus pasajeros. En un momento en el que el tráfico es cada vez más congestionado y peligroso, esta bendición ofrece un momento de reflexión y pide una vigilancia divina sobre los usuarios de la vía.
San Cristóbal es, entre otras cosas, el patrón de los viajeros y usuarios de la carretera. Cuando los usuarios de la vía bendicen su vehículo, a menudo también reciben una tarjeta o un medallón con la imagen de San Cristóbal.
En los Países Bajos, la tradición de bendecir vehículos también tiene una rica historia. Por ejemplo, hubo cofradías específicas de Cristóbal en lugares como Tilburg, Hoeven y Roermond que se dedicaron a estas ordenaciones, inspiradas en costumbres similares en Francia y Bélgica. La primera consagración de vehículos en los Países Bajos tuvo lugar en Tilburg en 1926.
Las bendiciones suelen incluir no sólo vehículos, sino también artículos personales como velas, medallas y llaveros. Estos artículos tienen un profundo valor personal y son bendecidos con la esperanza de que brinden protección a sus dueños.
El encuentro en Adegem, durante el cual cada vehículo fue cuidadosamente bendecido, enfatizó no sólo el aspecto espiritual de la bendición, sino también la responsabilidad compartida y el compromiso con la seguridad vial. La oportunidad de bendecir los vehículos suele tener lugar en julio, en torno al aniversario de la muerte de San Cristóbal, el 25 de julio, lo que confiere al evento un significado extra.
Además de las consagraciones de automóviles, también existen opciones para bendecir otros medios de transporte como ciclomotores, bicicletas, motos, tractores e incluso tractores de juguete. Esto subraya el amplio alcance y la inclusión de la tradición que abarca diferentes comunidades y religiones, todas unidas por el deseo de seguridad y protección durante sus viajes.