El fabricante de autobuses eléctricos Ebusco ha sufrido una pérdida importante en el primer semestre del año y ahora se enfrenta al reto de asegurar su supervivencia mediante financiación externa.
Al explicar las cifras semestrales, el fundador Peter Bijvelds habló de un "comienzo de año decepcionante". La empresa de Deurne, Brabante Septentrional, que emplea a más de 750 empleados, está trabajando actualmente en un amplio "plan de recuperación".
Ebusco vio caer su facturación hasta los 38 millones de euros, frente a los 41,7 millones de euros del mismo periodo del año pasado. A pesar de ello, la empresa entregó 98 autobuses libres de emisiones, que ahora circulan por ciudades como Ámsterdam, Oslo y Múnich. Las pérdidas netas de Ebusco en los últimos seis meses ascendieron a casi 65 millones de euros. Esto tuvo un impacto directo en el valor de las acciones, que el miércoles cayó más de un 14 por ciento hasta apenas 1,30 euros por acción. A modo de comparación: en la salida a bolsa de 2021, una acción de Ebusco todavía se cotizaba a 23,20 euros.
La industria europea de autobuses ha sufrido mucho por la pandemia del coronavirus y, aunque ahora se está recuperando, todavía existen importantes problemas de suministro. Esto también se desprende de la reciente quiebra del fabricante flamenco de autobuses Van Hool, que se enfrentó a problemas similares. La propia Ebusco está luchando con altos costos operativos, multas por entregas tardías y reclamaciones por daños, lo que aumenta aún más la presión financiera.
Peter Bijvelds, fundador y codirector ejecutivo de Ebusco, enfatizó: “Como el cifras de medio año show, ha sido un comienzo de año decepcionante. Si bien la decisión de asociarnos con fabricantes contratados para el Ebusco 3.0, como lo hemos hecho exitosamente durante años con el Ebusco 2.2, ha demostrado ser la elección correcta, estamos experimentando ineficiencias iniciales que están tardando más de lo esperado en resolverse”.
Para abordar estos desafíos, se han redistribuido responsabilidades dentro del Equipo Ejecutivo y se ha agregado fuerza adicional. A Bijvelds le complace que Michiel Peters haya comenzado recientemente como codirector ejecutivo y presidente del equipo ejecutivo. "Con la llegada de dos ejecutivos experimentados de la industria de autobuses, Roald Dogge como director de operaciones y Erland Morelissen como director de operaciones, estamos listos para que la empresa vuelva a encarrilarse basándose en el cambio que estamos desarrollando", afirmó Bijvelds.
Un problema importante para Ebusco es la logística. Las dificultades con los proveedores significan que en Deurne se podrán construir menos autobuses de los previstos, lo que impedirá a la empresa satisfacer la demanda.
Además de los desafíos logísticos y operativos, Ebusco también se enfrenta a problemas de puesta en marcha de la producción en China, donde la empresa decidió empezar a montar autobuses nuevamente. Estos problemas han provocado una producción decepcionante y las consiguientes pérdidas financieras. En el primer semestre de este año, Ebusco entregó solo 98 autobuses, mientras que se espera que sea entre 2025 y 40 autobuses por mes para finales de 50.
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La supervivencia de Ebusco depende ahora de nuevas inversiones o préstamos. Es necesario un plan de rescate y el recientemente nombrado codirector ejecutivo Michiel Peters y el nuevo director operativo Roald Dogge han presentado las primeras líneas generales de este plan. Una de las medidas es reducir el número de centros de producción de siete a cinco. Se cerrará una de las tres fábricas propias en Deurne, Venray y Rouen, Francia, así como una de las cuatro ubicaciones de socios externos en China y Portugal.