Si continúa la tendencia actual de deterioro de la prestación de servicios, las consecuencias a largo plazo serán significativas, con posibles implicaciones económicas y sociales para los Países Bajos.
Los Ferrocarriles Holandeses (NS) anunciaron recientemente que los precios de los billetes de tren aumentarán más de un 2025 por ciento a partir de 8,7. Esta noticia llega en un momento en que la organización enfrenta serios problemas operativos y críticas por parte de los políticos y el público. Para reducir costes, NS también eliminará 500 puestos de trabajo en la sede central mediante desgaste natural. También se está investigando si se puede simplificar la renovación de los trenes. Sin embargo, estas medidas plantean dudas sobre las consecuencias para los servicios y la experiencia del viajero.
Único accionista
NS se transformó en una sociedad anónima con el Estado de los Países Bajos como único accionista. Esto la convierte en una empresa privada y ya no en una empresa estatal. El gobierno nacional ha determinado que NS podrá transportar pasajeros en las rutas ferroviarias más importantes de los Países Bajos hasta 2033, el llamado red de barandilla. Esta concesión está sujeta a requisitos estrictos, como puntualidad, asientos suficientes, buena información sobre viajes y tarifas razonables. La concesión actual expira en diciembre de 2024, pero el desempeño de NS ha estado bajo presión durante algún tiempo.
Antes del verano, la Cámara de Representantes ha exigido a NS que presente medidas contra los crecientes trastornos en las vías y las a menudo masivas aglomeraciones en los trenes que aún circulan. La compañía ferroviaria ha sido puesta bajo "supervisión reforzada" por una moción del NSC para investigar por qué la calidad del servicio se ha deteriorado en los últimos años. Esta moción recibió un amplio apoyo en la Cámara. NS está funcionando por debajo de su media, especialmente en la línea de alta velocidad (ALV), con frecuentes interrupciones que provocan que no se alcance el valor mínimo acordado en la concesión. También se producen averías más frecuentes en otras rutas, lo que plantea la cuestión de las causas de esta disminución de la calidad.
Estos acontecimientos se suman a la frustración existente entre los viajeros. El aumento de los precios de los billetes de tren ejercerá aún más presión sobre la accesibilidad del transporte público, especialmente para las personas con ingresos más bajos. Además, los recortes de personal y de mantenimiento de trenes podrían socavar aún más la calidad del servicio. La pérdida de 500 puestos de trabajo podría provocar tiempos de espera más prolongados en el servicio de atención al cliente y menos asistencia a los viajeros en caso de problemas. Las remodelaciones menos frecuentes de los trenes pueden degradar la experiencia y la seguridad de los pasajeros.
Paralelamente a los problemas de NS, PostNL también se enfrenta a importantes desafíos. Con demasiada frecuencia, el correo funerario se olvida o llega sólo después del funeral o la cremación, lo que hace que la empresa postal no sea fiable. Este es sólo uno de los muchos ejemplos de lo que sale mal. Estas situaciones causan mucho dolor y frustración a los familiares que dependen del servicio postal durante un momento difícil.
La empresa postal ha comenzado a retirar alrededor del 10 por ciento de los buzones naranjas, empezando por Frisia, Groningen y Holanda Septentrional, y luego gradualmente en otras provincias. Esto ocurre a pesar del requisito legal de que las personas que se encuentren en un radio de 1 kilómetro deben tener acceso a un buzón. El gobierno central ha designado a PostNL para gestionar la servicios postales en los Países Bajos, con obligaciones como entregar el correo cinco días a la semana y entregar un alto porcentaje del correo al día siguiente. Sin embargo, PostNL no cumple con estos estándares desde hace bastante tiempo.
La reducción del número de buzones y la mala calidad del envío postal provocan cada vez más quejas entre los consumidores. Esto causará problemas adicionales, especialmente en zonas escasamente pobladas, donde la gente ya tiene que viajar más para acceder a los servicios postales. La disminución de la calidad del servicio socava la confianza en PostNL y plantea dudas sobre el futuro de los servicios postales asequibles y accesibles en los Países Bajos.
Estos avances enfatizan la necesidad de que el gobierno supervise más de cerca el cumplimiento de los estándares de calidad y garantice que estas empresas tomen en serio sus responsabilidades hacia los consumidores. Si continúa la tendencia actual de deterioro de la prestación de servicios, las consecuencias a largo plazo serán significativas, con posibles implicaciones económicas y sociales para los Países Bajos.