GO Sharing retirará casi 3.000 scooters de decenas de municipios holandeses y solo permanecerá activo en Ámsterdam con 600 scooters.
Las bicicletas verdes GO Sharing, al igual que los scooters, están siendo retiradas masivamente en muchas ciudades. Desde el 1 de agosto, se ha vuelto cada vez más difícil utilizar un patinete o una bicicleta compartida de GO Sharing, porque están siendo retirados a gran escala. Esta decisión no es del todo inesperada; La desaparición de los scooters supone un alivio para muchas personas. Hubo mucho desde el principio. molestia sobre la forma en que los vehículos fueron estacionados y abandonados.
La situación en Eindhoven ha sido especialmente grave en los últimos días. Por quinta vez en sólo dos días, un scooter compartido GO Sharing se quemó durante la noche del domingo al lunes. La frustración que rodea a estos vehículos parece haber alcanzado un nuevo máximo.
El modelo de ingresos de GO Sharing nunca ha tenido éxito. A pesar de las decenas de millones de euros que los inversores invirtieron en la empresa, GO Sharing sabía nunca rentable convertirse. Si bien la organización se expandió considerablemente en unos pocos años. Sin embargo, la necesidad de scooters resultó ser baja, lo que dio lugar a una lucha constante por mantenerse financieramente saludable. En 2023, la empresa quebró y fue comprada por la empresa turca BinBin. Desafortunadamente, esta adquisición no supuso una mejora significativa. La estrategia de GO Sharing sigue centrada en la expansión con la esperanza de volverse rentable, pero una y otra vez parece haber poca demanda de scooters, lo que obliga a la empresa a reducir su tamaño.
De acuerdo con el grupo de acción Scootervrij es sólo cuestión de tiempo que se produzca otra quiebra. Los competidores de GO Sharing, como Felyx y Check, no lo están haciendo mucho mejor. Felyx fue salvada de la quiebra a principios de este año por la empresa española Cooltra. Scootervrij espera que a largo plazo también tengan que reducir su tamaño o incluso quebrar debido a las decepcionantes cifras de uso.
La situación de los scooters compartidos en los Países Bajos refleja una tendencia más amplia en el sector de la movilidad compartida. Lo que alguna vez se consideró una solución innovadora para la movilidad urbana ahora parece estar tropezando debido a problemas como el vandalismo, los malos hábitos de estacionamiento y la falta de demanda. Los problemas de GO Sharing ilustran los desafíos que enfrentan muchas empresas en este sector.
Una cuestión importante es si estos problemas son inherentes al modelo de negocio de movilidad compartida o si pueden resolverse mediante una mejor regulación y gestión. Ciudades como Ámsterdam y Rotterdam ya han introducido normas más estrictas para las empresas de movilidad compartida, en un intento de limitar el impacto negativo en los espacios públicos y las comunidades de vecinos. Sin embargo, estas medidas hasta ahora no han conducido a una solución sostenible a los problemas.
El futuro de GO Sharing y empresas similares sigue siendo incierto. Si bien el grupo de acción Scootervrij y otros críticos continúan expresando sus preocupaciones, está claro que es necesario cambiar algo fundamental para que la movilidad compartida sea viable en los Países Bajos. Por ahora, queda por ver cómo se adaptará el sector a los desafíos y si surgirán nuevos modelos que puedan satisfacer mejor las necesidades y expectativas tanto de los usuarios como de las ciudades.