Las empresas de leasing en Europa se encuentran actualmente en una situación desesperada a medida que los precios del leasing de vehículos eléctricos se disparan.
Según un estudio reciente del Centro de investigación automotriz En Alemania, los precios del leasing de coches eléctricos casi se han duplicado desde 2021. Si bien el costo del arrendamiento de vehículos que funcionan con combustibles fósiles se ha mantenido relativamente estable, tanto las empresas como los consumidores están sintiendo la presión del aumento de los precios de los automóviles eléctricos. Esta evolución también ha dejado su huella en los Países Bajos y Bélgica, donde las empresas informan de un aumento similar en los costes de arrendamiento.
El meollo del problema reside en el valor inesperadamente bajo de segunda mano de los vehículos eléctricos. Muchas empresas de leasing tenían grandes expectativas sobre el valor residual de estos coches, partiendo del supuesto de que los coches eléctricos se desgastan menos y, por tanto, pueden recorrer más kilómetros que los vehículos con motor de combustión. Sin embargo, esta expectativa no se materializó, lo que ahora está causando grandes preocupaciones dentro del sector.
Tim Albertsen, director general de Ayvens, una de las mayores empresas de leasing de Europa, no duda en decirlo. En una entrevista con la agencia de noticias Reuters, expresó su preocupación por el futuro de su empresa y del sector en su conjunto. "Si nos presionan para que hagamos todos nuestros coches eléctricos, mis accionistas no querrán correr el riesgo y querrán que salgamos del mercado", dijo Albertsen.
pánico
Esta declaración pone de relieve el creciente pánico dentro del sector. Ayvens, que actualmente opera una flota de 3,4 millones de automóviles en Europa, el 10 por ciento de los cuales son eléctricos, enfrenta importantes riesgos financieros debido al bajo valor residual de los vehículos eléctricos. En el mercado de leasing, el valor residual de un vehículo al final del contrato de leasing es crucial. El importe del arrendamiento mensual se basa, entre otras cosas, en el valor residual esperado del coche. Si se sobreestima este valor, puede provocar pérdidas importantes para la empresa de leasing.
El error de valoración del sector tiene varias causas. En los primeros años de los coches eléctricos, los primeros Tesla de segunda mano eran muy buscados, lo que provocaba precios elevados en el mercado de segunda mano. Esto se debió en parte al hecho de que Tesla tenía casi un monopolio sobre los vehículos eléctricos en ese momento y la demanda excedía con creces la oferta. Esta situación dio a las empresas de leasing la impresión de que, en general, los coches eléctricos conservarían un alto valor residual. Sin embargo, ahora que la oferta de coches eléctricos ha aumentado significativamente y la tecnología se está quedando obsoleta rápidamente, el mercado de segunda mano es mucho menos optimista de lo esperado.
Un problema adicional es que la batería de un coche eléctrico se degrada con el tiempo, lo que reduce aún más el valor del coche. Esto contrasta con un motor de combustión clásico, que puede durar años con un mantenimiento adecuado. Además, los consumidores todavía se muestran reacios a comprar vehículos eléctricos usados debido a la incertidumbre sobre la duración de la batería y los costos de reemplazo.
nueva realidad
El futuro de la industria del leasing depende en gran medida de la rapidez y eficacia con la que las empresas puedan adaptarse a esta nueva realidad. La necesidad de realizar estimaciones más realistas del valor residual de los vehículos eléctricos y de los posibles costes asociados a ellos es cada vez más urgente. Si la industria no logra hacer esto, podríamos ver un cambio significativo en las estrategias de las empresas de leasing, lo que podría resultar en una retirada del mercado de vehículos eléctricos.
A pesar de los desafíos actuales, algunos expertos siguen siendo optimistas sobre el futuro de los vehículos eléctricos en el mercado del leasing. Las innovaciones en la tecnología de baterías y la creciente demanda de soluciones de movilidad sostenible podrían eventualmente mejorar el valor de segunda mano de los automóviles eléctricos. Sin embargo, por ahora, sigue siendo un delicado equilibrio para las empresas de leasing entre gestionar el riesgo y aprovechar el creciente mercado de vehículos eléctricos.