La tensión entre los sindicatos y los Ferrocarriles Holandeses (NS) está alcanzando un nuevo pico.
La Federación Holandesa de Sindicatos (FNV) ha anunciado oficialmente que los empleados de NS dejarán de trabajar el 11 de septiembre. Esta huelga, que tendrá lugar entre las 04.00 y las 08.00 horas, es consecuencia directa del creciente descontento del personal con el actual régimen de trabajo pesado. El plan, que permite a los empleados con trabajos exigentes física y mentalmente jubilarse antes, expira en 2025, y hasta ahora se ha retrasado una alternativa nueva y mejorada.
El anuncio de la huelga no surgió de la nada. En los últimos meses, los empleados de NS han expresado cada vez más claramente sus preocupaciones. Según Karel de Buijzer, director de la FNV, existe una "doble irregularidad" entre el personal de conducción y el personal de mantenimiento. Explica: “Los empleados tienen que lidiar con horarios irregulares que también cambian con frecuencia. Además, hay mucho trabajo físicamente exigente. No puedes seguir así hasta los 68 años”. La doble carga de esfuerzo físico y estrés mental resultante de las condiciones laborales impredecibles hace que la situación sea insostenible para muchos empleados de NS.
El llamado a la acción parece contar con un amplio apoyo entre los empleados de NS. El apoyo a la huelga crece día a día y cada vez más líderes de acción se están inscribiendo para coordinar la acción del 11 de septiembre. La señal es clara: los empleados están decididos a aplicar un régimen de trabajo pesado permanente y mejorado. Quieren garantizar que quienes han trabajado duro durante años tengan la oportunidad de jubilarse anticipadamente y así salvaguardar su salud y bienestar.
El paro laboral planeado es parte de una ola más amplia de acciones planeadas en la semana previa al Día del Presupuesto, en las que empleados de diversos sectores expresarán su descontento con las condiciones laborales y los planes de pensiones. Por ejemplo, está prevista una huelga en la industria de la limpieza para el 9 de septiembre, seguida de un paro laboral en el transporte urbano el 10 de septiembre. Además de la NS, los empleados de los sectores de la construcción y del metal también dejarán de trabajar el 11 de septiembre. Estas acciones coordinadas tienen como objetivo aumentar la presión sobre los empleadores y el gobierno y dejar claro que los acuerdos actuales no son suficientes para aliviar la carga de trabajo y la inseguridad en muchos sectores.
"Es crucial que actuemos como una unidad para garantizar que haya una solución duradera al plan de trabajo pesado",
Karel de Buijzer, director de la FNV
La FNV tiene todos los empleados de NS convocado para participar en la huelga. El sindicato destaca la importancia de la solidaridad entre los empleados para enviar una señal contundente a la dirección de NS y al gobierno. La NS ha confirmado ahora que está al tanto del paro laboral anunciado y dice que tomará medidas para garantizar la seguridad durante la huelga.
La situación en torno al plan de trabajo pesado no es exclusiva de la Sociedad Nacional. En varios sectores existe descontento por la falta de perspectivas de futuro para los empleados que realizan trabajos físicos pesados. Las acciones previstas en la semana previa al Día del Presupuesto subrayan la creciente voluntad de los empleados de luchar por sus derechos y mejores condiciones laborales.
Por lo tanto, la huelga en NS del 11 de septiembre no es sólo una batalla por las duras condiciones laborales, sino también un símbolo de la insatisfacción más amplia con las condiciones laborales en los Países Bajos. Queda por ver si estas acciones conducirán realmente a una mejora de la situación. El hecho es que el malestar entre los empleados no parece estar desapareciendo pronto, y la presión sobre los empleadores y el gobierno para encontrar soluciones no hace más que aumentar.