Los ferrocarriles belgas vuelven a ser el centro de atención, pero esta vez no debido a un avance innovador ni a una ampliación de la red.
Por el contrario, el reciente anuncio del NMBS de introducir un nuevo tren expreso internacional entre Ámsterdam y Bruselas Sur ha suscitado fuertes críticas y preocupación entre los viajeros nacionales. Esta decisión, según varias partes interesadas, parece estar haciendo más daño que bien a los viajeros diarios en Bélgica. El meollo del problema reside en el impacto que tendrá esta nueva conexión internacional en la oferta ferroviaria nacional.
A partir de diciembre de 2024, la introducción del “IC-Snel” tendrá importantes consecuencias para el suministro ferroviario nacional, especialmente en la crucial conexión norte-sur a través de Bruselas. Para dejar espacio a este nuevo tren, al que no podrán acceder los viajeros nacionales en la ruta entre Amberes Central y Bruselas Sur, se están desplazando, cancelando o reduciendo drásticamente los trenes nacionales.
Una de las mayores preocupaciones es la pérdida de la conexión directa entre Genk y la costa entre semana. Esta decisión no sólo afecta a los habitantes de Genk, sino también a toda la región de Maasland. Además, se están renovando las conexiones de fin de semana en Limburgo, lo que provocará caos e insatisfacción entre los viajeros que dependen de conexiones fluidas entre autobús y tren.
Los viajeros que viajan desde Courtrai hasta el popular destino costero Blankenberge también se ven afectados, ya que ahora tienen que esperar media hora para llegar a Brujas. Esto genera más tiempo de viaje e inconvenientes, especialmente durante los ajetreados meses de verano. Aún más preocupante es la perspectiva para los viajeros de Waremme a Bruselas, que se verán obligados a pasar por el aeropuerto, añadiendo a su viaje diario hasta 20 minutos.
Las consecuencias son incluso dramáticas para la estación IC de Mortsel-Oude-God. La oferta se reduce a la mitad, a sólo un tren por hora, incluso durante las horas pico. Sin duda, esta decisión provocará trenes saturados y una gran frustración entre los viajeros que dependen de esta conexión todos los días.
columna debilitada
El eje Amberes-Bruselas, que conecta las dos ciudades más grandes de Bélgica, es conocido desde hace años como una de las líneas principales más débiles del país. El anuncio de que uno de cada cuatro trenes IC nacionales en esta ruta será cancelado a partir de diciembre ha provocado indignación. Los viajeros que viajan diariamente de Amberes a Bruselas ya no tendrán trenes IC disponibles en ninguna dirección entre x.25 y x.54. Esta mala distribución de los trenes es inaceptable para muchos, especialmente teniendo en cuenta la promesa del NMBS de transportar un 30% más de pasajeros nacionales a largo plazo. Esta decisión contrasta marcadamente con esa promesa y parece más dirigida a reducir la capacidad en una línea ya congestionada.
Llama la atención que se cancele un tren muy ocupado para dar paso a una nueva conexión internacional a la que no pueden acceder los viajeros nacionales. Esto mientras la demanda de conexiones ferroviarias nacionales está aumentando. La decisión parece entrar en conflicto con el contrato de servicio público (ODC) entre el estado federal y NMBS, cuyo objetivo es proporcionar un suministro de trenes fiable y suficiente para los viajeros nacionales.
overleg
Lo que hace que la situación sea aún más grave es la total falta de transparencia y comunicación por parte de NMBS. Asociaciones de pasajeros, autoridades locales e incluso el parlamento federal han pedido en vano aclaraciones sobre la introducción del “IC-Snel” y sus consecuencias para el tráfico ferroviario nacional. Hasta ahora, NMBS ha ignorado en gran medida las preguntas y preocupaciones de los involucrados, lo que socava aún más la confianza en la compañía ferroviaria.
Por ello, la asociación de viajeros TreinTramBus, junto con varias ciudades y municipios, emitió un carta abierta escrito a la directora ejecutiva de NMBS, Sophie Dutordoir. En esta carta exigen consulta urgente para ajustar los planes propuestos. Piden, entre otras cosas, que el “IC-Snel” sea accesible a los viajeros nacionales, con servicio desde los enlaces más importantes, sin ningún recargo ni reserva adicional. Además, insisten en una distribución más equilibrada de los trenes en el eje Amberes-Bruselas, para que el suministro de trenes en Flandes Occidental y Limburgo no se vea afectado.
revisión
La situación plantea preguntas urgentes sobre las prioridades de NMBS y la forma en que cumplen con sus responsabilidades hacia los viajeros nacionales. Si bien las conexiones internacionales son indudablemente importantes, esto no debería ser a expensas de los usuarios de trenes nacionales, que dependen cada día de una red ferroviaria fiable y eficiente. La esperanza es que NMBS, bajo la presión de la opinión pública y las autoridades locales, esté dispuesto a revisar sus planes y garantizar una oferta de trenes más equilibrada y justa para todos los viajeros.