La amenaza de guerra y ataques híbridos, especialmente a la luz de las crecientes tensiones en el flanco oriental de Europa, tiene un profundo impacto en los Países Bajos.
El país, que desempeña un papel clave como centro logístico para las operaciones de la OTAN, enfrenta desafíos en movilidad, suministro de energía y estabilidad social. Las amenazas híbridas, como los ciberataques y las campañas de desinformación, suponen un peligro real para la continuidad de los servicios esenciales y la vida cotidiana.
Los Países Bajos se encuentran geográficamente en una posición estratégica que hace que el país sea vulnerable a las consecuencias de conflictos militares e híbridos. Los principales corredores de transporte, como la autopista A1 y el puerto de Rotterdam, son cruciales para el transporte militar. En tiempos de conflicto, estas rutas pueden reservarse para los movimientos de tropas y de equipo militar. Esto significa que el tráfico civil está severamente restringido, lo que podría provocar interrupciones en la cadena de suministro y daños económicos.
Sin embargo, como secretario general de la OTAN, Rutte parece estar adoptando un tono diferente. El cambio en su retórica, de la austeridad a la defensa de inversiones masivas, puede ser tanto una ventaja como un peligro. Mark Rutte enfrenta una tarea compleja ahora que Donald Trump regresará como presidente de Estados Unidos a partir de enero de 2025. La combinación de un presidente estadounidense asertivo y la persistente amenaza de Rusia ejercen una presión adicional sobre las habilidades diplomáticas de Rutte. El exjefe de la OTAN, Jaap de Hoop Scheffer, ve un papel clave para Rutte en esto y lo considera ideal para mantener este equilibrio geopolítico.
Los ciberataques a los sistemas de gestión del tráfico suponen otro riesgo importante. Manipular las señales del GPS o los semáforos puede paralizar la movilidad y provocar situaciones caóticas en la carretera. Además, esto retrasa la respuesta de los servicios de emergencia, lo que puede tener consecuencias potencialmente mortales.
Una red eléctrica vulnerable
Otro aspecto preocupante es la vulnerabilidad de la red eléctrica. Los sabotaje o los ciberataques pueden provocar cortes de energía a largo plazo, con consecuencias de gran alcance. En caso de apagón, no sólo se pierde el suministro eléctrico, sino también infraestructuras cruciales que dependen de la electricidad.

Mark Rutte, nuevo secretario general de la OTAN desde el 1 de octubre de 2024, hizo un notable llamamiento a los Estados miembros durante su discurso inaugural. Advirtió que el actual gasto en defensa de muchos países de la OTAN no es suficiente para combatir eficazmente las crecientes amenazas, especialmente de Rusia. Este alegato se produce en un contexto en el que la política anterior de Rutte como Primer Ministro holandés se caracterizó por importantes recortes en defensa. Durante su mandato como primer ministro, que duró de 2010 a 2023, Rutte aplicó una política destinada a reducir el gasto público. Las fuerzas armadas sufrieron duros golpes. Bajo su dirección, los tanques holandeses se vendieron a Alemania porque su mantenimiento se consideraba demasiado caro. La defensa también se vio afectada por la falta de municiones, material de reserva y suficientes oportunidades de entrenamiento para los soldados. Estas decisiones provocaron críticas en su momento, tanto en los Países Bajos como en el extranjero.
Las telecomunicaciones se ven directamente afectadas, provocando que las redes móviles e internet dejen de funcionar. Esto no sólo dificulta la comunicación personal, sino también la coordinación de los servicios de emergencia. El fallo de las bombas eléctricas para el agua potable y el procesamiento de residuos puede provocar escasez de agua y problemas de salud. Los supermercados y centros de distribución están perdiendo su capacidad de refrigeración, lo que puede provocar escasez de alimentos. En el sector sanitario, un corte de energía obliga a hospitales e instituciones sanitarias a cambiar a generadores de emergencia, que, sin embargo, no son adecuados para un uso prolongado.
sociedad en preparación
Para reducir estos riesgos, el gobierno holandés invierte en aumentar la resiliencia de la sociedad. Existe una intensa colaboración con empresas y ciudadanos para proteger mejor las infraestructuras vitales. Las campañas de información animan a los ciudadanos a estar preparados para las emergencias, por ejemplo preparando un paquete de emergencia con agua potable, alimentos no perecederos y efectivo durante al menos 72 horas.
El gobierno también se está centrando en combatir la desinformación, una táctica comúnmente utilizada en la guerra híbrida. Extensión noticias falsas puede polarizar a la sociedad y socavar la confianza en las instituciones democráticas. Por lo tanto, son cruciales las iniciativas para aumentar la alfabetización mediática y promover fuentes confiables de información.
somos más fuertes juntos
La sociedad holandesa desempeña un papel esencial en el aumento de la preparación. La confianza en el gobierno, la cooperación entre los sectores público y privado y la participación de los ciudadanos son de gran importancia para minimizar las consecuencias de las amenazas militares y los ataques híbridos. A través de un esfuerzo conjunto, los Países Bajos no sólo pueden garantizar la continuidad de los servicios esenciales, sino también crear una base estable para la resiliencia social en tiempos de crisis.
Foto: Copyright OTAN – El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, y el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy