Los inspectores de la Inspección de Medio Ambiente Humano y Transporte (ILT) llevaron a cabo recientemente controles intensivos en taxis y autocares en Schiphol.
Junto con el equipo de taxis de la Real Policía Militar, las inspecciones se centraron en el cumplimiento de las normas relativas a los tiempos de trabajo y descanso. La investigación se llevó a cabo en varios lugares alrededor del aeropuerto, incluidas las salas de salidas y llegadas y en los estacionamientos de taxis y autocares. Los resultados revelan una serie de infracciones, con un total de ocho citaciones y dos informes de multas emitidos.
supervisión de entrenadores
Durante la inspección de diez vagones se encontró una infracción. El conductor en cuestión conducía sin un código de país válido o correcto, un registro imprescindible para el transporte internacional. Esto no sólo plantea un problema administrativo, sino que también tiene consecuencias para la seguridad vial y la fiabilidad del transporte transfronterizo. El conductor recibió una advertencia.
La situación entre los taxistas resultó ser mucho más problemática. De los 30 taxis controlados, varios conductores no cumplían los requisitos legales. Cuatro conductores recibieron una orden de cese y desistimiento (BSA) durante 72 horas. Esta medida sólo se impone cuando existe un peligro inmediato para la seguridad. Dos de ellos también recibieron un informe de multa por no haber tomado suficiente descanso semanal.
violaciones graves
Otros dos conductores conducían sin una tarjeta de conductor válida. Esto no sólo está prohibido, sino que también dificulta el control de su jornada laboral. Se elaboró un informe contra estos conductores. Un taxista fue sorprendido con su licencia de conducir vencida. También podría contar con un informe oficial. Otro conductor abusó de su taxi utilizándolo para trabajos privados sin registrarlo correctamente en el ordenador de a bordo. Se permite el uso privado de un taxi, pero sólo si así lo indica la normativa y no se trata de ningún trabajo comercial.

El ILT lleva a cabo este tipo de controles para garantizar el cumplimiento de la Ley de transporte de pasajeros de 2000 y el Decreto sobre horas de trabajo del transporte. Estas regulaciones son cruciales para la protección social de los conductores, garantizando la seguridad de los pasajeros y otros usuarios de la vía y evitando la competencia desleal.
Un portavoz del ILT destacó la importancia de este tipo de inspecciones: “Como regulador, no sólo queremos prevenir accidentes, sino también garantizar que las condiciones de trabajo sigan siendo justas y seguras para todos en el sector. Infracciones como estas ponen en riesgo tanto a los conductores como a los pasajeros”.
llamada de atención
Además de las multas y denuncias, también se han emitido diversas advertencias. Esto sirve como una llamada de atención para que los conductores cumplan con las reglas en el futuro. Aunque el número de infracciones fue relativamente bajo entre los conductores de autocares, los resultados en la industria del taxi muestran que todavía hay mucho margen de mejora.
La ELI ha anunciado que estos controles continuarán en el futuro. Es un mensaje claro para el sector: no se tolerarán violaciones y la seguridad y la equidad en el transporte de pasajeros son primordiales.