La Unión Europea se dispone a introducir cambios importantes en la Directiva sobre el permiso de conducir, pero las medidas propuestas están provocando mucha controversia.
El plan de reducir la edad mínima para los conductores de camiones y autobuses y permitir que los jóvenes de 16 años conduzcan vehículos motorizados ha generado fuertes críticas. Los expertos en seguridad vial advierten que estas relajaciones sirven principalmente a intereses económicos y no a la seguridad vial.
Uno de los cambios más comentados es la propuesta de rebajar la edad mínima para conducir camiones a 17 años, siempre que vayan acompañados. Además, a los jóvenes de 18 años se les permitirá conducir autobuses con pasajeros. Esto es motivo de preocupación, sobre todo porque las investigaciones científicas realizadas en Finlandia y Alemania, entre otros países, muestran que los conductores jóvenes tienen un mayor riesgo de sufrir accidentes.
Los conductores jóvenes a menudo carecen de la experiencia de conducción necesaria para operar vehículos grandes con seguridad. La compleja operación de camiones y autobuses requiere reacciones rápidas y un fuerte criterio, habilidades que sólo se desarrollan a través de años de experiencia en la carretera. Además, los jóvenes presentan con mayor frecuencia conductas de riesgo. Los estudios muestran que los conductores jóvenes tienen más probabilidades de conducir a exceso de velocidad o distraerse.
La reducción de la edad de los conductores de autobús, en particular, genera malentendidos. Un conductor de autobús no sólo es responsable de conducir un vehículo grande, sino también de la seguridad de decenas de pasajeros. Las organizaciones de seguridad vial piden requisitos más estrictos y una mejor formación para los conductores, en lugar de relajaciones que podrían poner en peligro vidas.
medida arriesgada
Otro cambio destacable es la propuesta de permitir a los jóvenes de 16 años conducir vehículos de hasta 2500 kilogramos con un permiso de conducir B1, siempre que estén equipados con un limitador de velocidad. Esto es similar al modelo sueco de "tractores A", vehículos a los que no se les permite ir a más de 30 km/h. Sin embargo, en Suecia este acuerdo ya ha provocado grandes problemas:
Muchos jóvenes se saltan los limitadores de velocidad, lo que significa que siguen conduciendo demasiado rápido. Otros conductores se frustran con vehículos extremadamente lentos, lo que lleva a realizar maniobras de adelantamiento peligrosas. La aplicación de las normas está resultando difícil, lo que plantea desafíos adicionales para la policía.

La UE debe garantizar que la seguridad vial no desempeñe un papel subordinado en la toma de decisiones. La seguridad vial no debe convertirse en víctima de compromisos políticos e intereses económicos.
Según la UE, esta medida debería dar más movilidad a los jóvenes, especialmente en las zonas rurales. Sin embargo, los críticos argumentan que la movilidad no debería realizarse a expensas de la seguridad vial. Una mejor solución sería invertir en opciones de transporte seguras y sostenibles, como un mejor transporte público o capacitación alternativa para conductores.
prohibición de alcohol
Una de las pocas propuestas que cuenta con el apoyo de las organizaciones de seguridad vial es la prohibición total del alcohol para los conductores jóvenes y noveles. El alcohol juega un papel importante en los accidentes de tráfico entre los jóvenes, y una política de cero alcohol podría reducir el número de accidentes. Sin embargo, esta medida parece estar fracasando debido a la resistencia política. Algunos Estados miembros desean mantener sus propias normas, lo que impide un enfoque uniforme y eficaz a nivel europeo.
La falta de apoyo generalizado a la prohibición del alcohol es sorprendente, especialmente porque las investigaciones muestran que los límites estrictos al alcohol pueden salvar vidas. En los Países Bajos, actualmente se aplica un límite de 0,2 por mil a los conductores noveles, mientras que en otros países de la UE todavía se permite 0,5 por mil. Los expertos en tráfico piden una norma europea que obligue a los conductores jóvenes a no beber alcohol en absoluto cuando se pongan al volante.
intereses políticos
Los cambios propuestos a la Directiva sobre el permiso de conducir parecen haber sido motivadas principalmente por consideraciones económicas y políticas. Las empresas de transporte se enfrentan a una grave escasez de conductores de camiones y esperan que un límite de edad más bajo pueda resolver en parte este problema. Pero los expertos advierten que reducir los requisitos de seguridad no es la solución adecuada a los problemas de personal.
La propuesta de otorgar un permiso de conducir B16 a los jóvenes de 1 años parece tener como objetivo principal resolver los problemas de movilidad en las zonas rurales. Sin embargo, las organizaciones de seguridad vial se muestran escépticas. En lugar de crear riesgos adicionales en la carretera, la UE debería centrarse en mejorar la educación vial y las opciones de transporte alternativas.
La seguridad debe ser lo primero
Aunque la Unión Europea aspira a un sistema de permisos de conducir armonizado, los cambios propuestos parecen estar más centrados en los intereses económicos que en la seguridad vial. Los responsables políticos deberían reconsiderar sus planes e implementar medidas que realmente contribuyan a un tráfico vial más seguro.
Reducir la edad mínima para los conductores de camiones y autobuses sin medidas de seguridad adicionales es arriesgado.
Permitir que jóvenes de 16 años conduzcan vehículos con un permiso de conducir B1 puede generar situaciones peligrosas y es difícil de aplicar. Una política de cero alcohol para conductores jóvenes es una medida eficaz, pero no cuenta con el apoyo suficiente de todos los Estados miembros de la UE.